lunes, octubre 30, 2006

A little big odissey to enjoy Muse

El fin de semana ha sido una extraordinaria y frenética visita a Madrid, el motivo era el super concierto de Muse en el Palacio de los Deportes, al cual nos fue imposible llegar antes, porque:
1_salir de Sevilla el viernes 27 de octubre sin haber reservado algo previamente era poco menos que una nueva entrega de Misión Imposible.
2_nadie en Madrid conoce la plaza de Santa Cruz que está a escasos 10 metros de la Plaza Mayor, por tanto, es mejor llevar un mapa o un gps, antes que preguntar a nadie en la calle.
3_como te toque un taxista nazi vas apañado, y más si estás que te comes el asiento por llegar al concierto.

Muse en directo es lo más parecido a una experiencia espiritual cercana al éxtasis, el líder del grupo canta y toca la guitarra&piano como si fuera de otra galaxia, y si a eso le sumas un batería tocando sobre una plataforma llena de luces y con una estrella blanca en la base, unido al hecho de la existencia de 2 pantallas gigantes para seguir los detalles del concierto, así como una pantalla detrás de los artistas donde se proyectaban imágenes y juegos de luces perfectamente sincronizados con la música, así como un gran bajista, te das cuenta que estás ante el mejor concierto que hayas visto, escuchado y disfrutado en tu puñetera vida. Jamás olvidaré a esa chica llorando de felicidad durante la canción "Starlight".

Por otra parte, Madrid me fascinó, hacía 12 años o así que no estaba allí y la verdad es que ha cambiado bastante, principalmente me quedé maravillado con el Fnac de Callao y con la "remodelada" Casa del Libro en Gran Vía. También me gustó el ambiente industrial-alternativo, del reconvertido mercado de abastos de Fuencarral, que ahora es un centro comercial de los más atípico, con toda la vestimenta, calzado y complementos que se pueda uno imaginar, desde lo más gótico a lo más indie-popero. El metro es bastante cómodo para moverse por la megaurbe. Con otra cosa que me quedo, es con el fluir de gente en las calles, estar parado durante un rato en la Gran Vía, te permitía asistir a una marea humana de los más diversa.

Cuando volví ayer a Sevilla sobre las 7 y pico, tras 6 y media de autobus de Socibus, y llegar a Plaza Nueva y ver que no había tussanes (dichosas obras)me desperté de nuevo en mi rutina diaria. Finalmente me fui a mi casa andando con la mochila a cuestas y el cuerpo hecho mistos, con la sensación de haber vivido una pequeña gran odisea.

Espero poder volver a ver a Muse en Francia o Inglaterra, desde el principio xD eso sí, si el dinero y las circunstancias lo permiten. Me quedan bastante cosas en el tintero, pero prefiero dejarlas ahí, porque realmente las palabras se quedan pequeñas o no pueden transmitir completamente las vivencias que ya forman parte de mí.

sábado, octubre 21, 2006

Bufff

No hay derecho joder, no hay derecho. Uno se apunta a algo tan extravagante como un taller de creación literaria sobre poesía, algo que a la mayoría de la gente se la suda tres kilos, pues nada tiene que aparecer por allí una pedazo de tía de estas que te quitan el hipo y que le dejan a uno anonadado. Por tanto, cualquier gañán estaría seguro de sus posibilidades pero un sabiondo miedoso como yo pues como que no, de hecho, el otro día leí en un monitor del autobúes lo siguiente:

"Los ignorantes tienen valor, los inteligentes tienen miedo"

no recuerdo de quien es la frase pero es totalmente certera, me llegó, y eso da rabia

miércoles, octubre 18, 2006

Achtung!!!


AVISO IMPORTANTE

sábado, octubre 14, 2006

Zombi ¡levántate y anda!

¡Arráncate la cabeza y piensa, zombi!

Mensaje subversivo emitido por un canal pirata en Johnny Mnemonic.

miércoles, octubre 11, 2006

Más allá de la subjetividad

Cuando el malestar continuo se adueña de uno mismo es sencillo sentirse confuso y en un estado cercano a una depresión leve. A qué viene esto, pues realmente tiene un sentido, o quizás no.

Cuando por sistema en las relaciones con los demás uno es un sujeto susceptible de ser rechazado, ignorado, incomprendido; acaba por sentirse mal o al menos se pregunta qué es lo que no funciona, algo falla y de una manera tan evidente para todo el mundo salvo para el que lo sufre. Es tan tremenda la sensación de soledad que uno siente, ya que nadie parece entenderte y simplemente te rechaza por ese hecho, y son esos momentos en los que uno desearía o quitarse de en medio o quitar de en medio a aquellos que se comportan de esa manera tan mezquina y a la vez tan humana. Y es que lo primero que debería admitir cualquier ser humano, es que actuamos como tribus, como clanes, como círculos cerrados que difícilmente una vez creados son capaces de admitir a un nuevo miembro. Al principio todo es escepticismo y buenas caras, pero al final al menos en mi caso, suele suceder siempre lo mismo, vacío, malentendidos, actidudes nada loables, y en definitiva, la exclusión, el estar fuera, el no ser parte de nada ni de nadie. Estas situaciones si no se controlan bien pueden acabar muy mal, tiene uno que sacar fuerzas de donde no las hay, y autoapoyarse ya que no le queda otra.

Sin duda, el victimismo no es la actitud más adecuada para afrontar el problema, a veces dialogar con la gente y ver que pasa puede funcionar, pero esto acaba siendo un fracaso, ya que o bien te dicen la verdad y te quedas a cuadros, o bien no tienen interés en ayudarte y no te dicen que es lo que en tu persona hay "negativo" que afecta tanto y de forma tan directa a la gente. Es para volverse locos, no hay una respuesta, no hay un camino concreto que lo solucione. Finalmente uno llega al camino de la simplificación y piensa en que hay gente que sí está hecha para socializarse, para establecer relaciones de cualquier tipo, y hay gente que por X razones voluntarias o involuntarias no pueden superar la barreras que la sociedad y uno mismo se impone, llegando en muchos momentos a situaciones de punto muerto. Por tanto, uno puede ponerse metafísico y acudir a las superticiones-creencias, por ejemplo, a la reencarnación, y consolarse con el hecho de que si en esta vida no consigue objetivos concretos y es un completo marginado, volverá a este mundo para aprender y conseguir lo que este vida no ha conseguido. Pero esto se cae por si sólo, al saber, que no tenemos ni la menor idea de qué ocurre una vez de que el cuerpo deja de funcionar y por tanto "morimos". Como podrán apreciar yo no tengo ninguna respuesta, y desde mi situación intento simplemente no perder la cabeza, y seguir adelante.