miércoles, octubre 11, 2006

Más allá de la subjetividad

Cuando el malestar continuo se adueña de uno mismo es sencillo sentirse confuso y en un estado cercano a una depresión leve. A qué viene esto, pues realmente tiene un sentido, o quizás no.

Cuando por sistema en las relaciones con los demás uno es un sujeto susceptible de ser rechazado, ignorado, incomprendido; acaba por sentirse mal o al menos se pregunta qué es lo que no funciona, algo falla y de una manera tan evidente para todo el mundo salvo para el que lo sufre. Es tan tremenda la sensación de soledad que uno siente, ya que nadie parece entenderte y simplemente te rechaza por ese hecho, y son esos momentos en los que uno desearía o quitarse de en medio o quitar de en medio a aquellos que se comportan de esa manera tan mezquina y a la vez tan humana. Y es que lo primero que debería admitir cualquier ser humano, es que actuamos como tribus, como clanes, como círculos cerrados que difícilmente una vez creados son capaces de admitir a un nuevo miembro. Al principio todo es escepticismo y buenas caras, pero al final al menos en mi caso, suele suceder siempre lo mismo, vacío, malentendidos, actidudes nada loables, y en definitiva, la exclusión, el estar fuera, el no ser parte de nada ni de nadie. Estas situaciones si no se controlan bien pueden acabar muy mal, tiene uno que sacar fuerzas de donde no las hay, y autoapoyarse ya que no le queda otra.

Sin duda, el victimismo no es la actitud más adecuada para afrontar el problema, a veces dialogar con la gente y ver que pasa puede funcionar, pero esto acaba siendo un fracaso, ya que o bien te dicen la verdad y te quedas a cuadros, o bien no tienen interés en ayudarte y no te dicen que es lo que en tu persona hay "negativo" que afecta tanto y de forma tan directa a la gente. Es para volverse locos, no hay una respuesta, no hay un camino concreto que lo solucione. Finalmente uno llega al camino de la simplificación y piensa en que hay gente que sí está hecha para socializarse, para establecer relaciones de cualquier tipo, y hay gente que por X razones voluntarias o involuntarias no pueden superar la barreras que la sociedad y uno mismo se impone, llegando en muchos momentos a situaciones de punto muerto. Por tanto, uno puede ponerse metafísico y acudir a las superticiones-creencias, por ejemplo, a la reencarnación, y consolarse con el hecho de que si en esta vida no consigue objetivos concretos y es un completo marginado, volverá a este mundo para aprender y conseguir lo que este vida no ha conseguido. Pero esto se cae por si sólo, al saber, que no tenemos ni la menor idea de qué ocurre una vez de que el cuerpo deja de funcionar y por tanto "morimos". Como podrán apreciar yo no tengo ninguna respuesta, y desde mi situación intento simplemente no perder la cabeza, y seguir adelante.

5 comentarios:

Arrozconteciano dijo...

Soy de los que piensan que uno debe intentar que el hecho de estar solo le afecte lo menos posible, saber convivir con ello. Al fin y al cabo, las personas como nosotros, en nuestros más profundos sentimientos, casi siempre estamos solos. Es mejor no esperarse nada de nadie.

Por otra parte, creo que una parte de las cosas que comentas pueden solucionarse mínimamente estando en el lugar donde se debe estar. Ése es el problema. Yo creo que lo he encontrado. Tan sólo hay que estar decidido y dar los pasos sin miedo a equivocarse, escuchando simplemente lo que te dicta tu conciencia. Así comprendí que la universidad y la mayor parte de su gente no estaba echos para mí, por ejemplo

Arrozconteciano dijo...

Dios !!! "HECHOS" ;-) jajaja

the frail dijo...

Saver tiene toda la razón. El sitio para la gente como nosotros no está en la universidad. La universidades son la mayor aglomeración de los estándares sociales, y nosotros no pertenecemos a los estándares. Como tú bien dices es una tribu, una de las mayores tribus que hay. La mayoría de la gente que está ahí pretende conseguir lo mismo, y muchos acuden a la universidad temerosos del "qué dirán", haciendo una carrera que relamente no les gusta tan sólo para tener un papel donde ponga que has estado cinco años haciendo el gilipollas.

No sé muy bien cual es nuestro sitio, pero con el tiempo te das cuenta de que no está ahí. Intenta sobrevivir con aquello que todos tenemos que es la música y los amigos de verdad. Es jodido, lo sé. Y si tienes que tomar una decisión házlo, aunque quizá ya la hayas tomado, sino no sería tan doloroso. Ánimo.

Gudu dijo...

esa amargura profunda duele, porque no es fácil aprender a estar solo. Pero una vez lo consigues descubres que el mundo que debes perservar es el que tienes dentro, y allí te refugias. ¿La gente? Un factor necesario. Yo en la universidad, por ejemplo, encontré gente con la que vivir, reírme y en buenas ocasiones hablar de lo aquí hablamos. No estamos tan solos, y si lo estamos sólo nos queda una: ser un faro, adoctrinar, mostrar, hacer reflexionar, incomodar. Como decía Sócrates "ser el tábano que despertará Atenas con su picadura". Seamos tábanos.
Y orgullosos

Jota dijo...

Permitanme que les diga, ilustres lectores, y al propio autor, que son ustedes algo negativos y por suspuesto algo tópicos en todo este asunto.

No estoy nada de acuerdo en ese concepto de la universidad, en tanto en cuanto ese lugar suele estar lleno de gente muy muy diversa. Y si es una carrera de letras, les puedo asegurar que el problema radica más en la diferencia que nay entre sus matriculados que en su homogeneidad, a cada cual más propio y genial. No obstante, eso no es impedimento para que la gente pueda compartir juntos buenos ratos.

A veces, es muy cierto, n oencuentras a esa gente, o te equivocas y haces daño. Otras veces eres un egoista o te comportas como un imbécil y ya no tienes a esa gente. Y sí, puedes quedarte solo. Pero no se equivoquen, es este animal humano un animal de sociedad, y si no vuelves a cometer los mismos errores, encotrarás nuevos apoyos.

Aunque en eso tienen toda la razón, por dentro, la mayor parte de nuestras vidas estamos solos.

Así que procuren vivir, simplemente vivir. Ni odien a los demás porque no les comprendan, ni se odien a sí mismos, ni se victimicen ni piensen que son diferentes por estar solos, no son mejores que esas "tribus".

Simplemente vivan señores.